Con esta entrada me propongo hablar sobre todos estas aplicaciones móviles que han entrado en la vida de los españolitos como un torbellino. Aunque puede que parezcamos torpes, la palabra gratis la vemos a leguas y la entendemos perfectamente, es por eso por lo que son pocos los jóvenes que actualmente no utilizan el messenger de BB o WhatsApp...
Hasta ahí todo correcto, me parecen unas herramientas extraordinarias con las que mantenernos en contacto con nuestras amistades con poquito gasto. El problema viene cuando en vez de utilizarlas para hablar o quedar con nuestros amigos, la utilizamos para entretenernos y darles la espalda a nuestros otros amigos, a los que en ese momento están sentados a nuestro lado sin poder conversar con nosotros porque estamos tan pegamos a la pantalla de nuestra Blackbery que nada nos interesa.
Por eso ayer mientras caminaba por las calles de la feria no paraba de repetir que todo esto acabará con las amistades y las relaciones sociales tal y como las conocemos en la actualidad. A pesar de que tengo unas ideas apocalípticas creo que tengo algo de razón después de lo que veo por las calles todos los días. Con esto no quiero decir que me niegue a utilizarlas porque tienen su lado, lo que si me niego es a darle un uso adictivo en el que parece que no hay nada más importante que saber en todo momento dónde estará María, qué está haciendo Pepe en este momento.
Porque no nos engañemos, al igual que no es lo mismo practicar sexo que ver una peli porno, tampoco es lo mismo contestar a todos los mensajes instantáneos que recibimos, que tomarnos un café con un amigo de carne y hueso mientras hablas sobre lo que realmente pasa en el mundo y no en ese mundo ficticio de las redes sociales...
Y es que aunque nos creemos en una de las sociedades más libres que existen yo opino que en muchas ocasiones los siervos de la Edad Media eran mucho más libres que nosotros.
Qué aproveche!
